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Cuidar a una persona que padece de la enfermedad de Alzheimer puede tener altos costos físicos, emocionales y financieros. Las instancias del cuidado diario, el cambio funcional de las familias y muchas veces el tomar decisiones relacionadas a la colocación del enfermo en un centro de cuidados pueden ser muy difíciles de manejar. Las investigaciones científicas están dando a conocer y explicando mucho sobre la atención y el cuidado de las personas que padecen de Alzheimer, sin olvidar lo mucho que estos adelantos han permitido desarrollar nuevas maneras de brindar apoyo a las personas encargadas de cuidar a estos enfermos. Tal vez, el estar bien informado sobre la enfermedad es la estrategia a largo plazo más importante. Hay programas que instruyen a las familias sobre las diferentes etapas de la enfermedad de Alzheimer y sobre habilidades flexibles y prácticas para manejar situaciones tan difíciles cuando se proporcionan cuidados; suministran una ayuda vital a aquellas personas que cuidan a individuos afectados con la enfermedad de Alzheimer. Una sólida red de apoyo que incluye a familiares, vecinos y amigos permite desarrollar tácticas útiles para enfrentar las dificultades y también son maneras importantes por medio de las cuales las personas encargadas de proporcionar estos cuidados pueden ayudarse a sí mismas a manejar el estrés que produce el cuidar a un ser querido que padece de Alzheimer. Es una realidad, que la persona cuidadora está tan sobrecargado que suele tener reacciones emocionales. Los sentimientos que surgen de cuidar, atender y amar a su familiar enfermo son muy diferentes; si bien cada persona y cada familia son distintas, los que suelen verse con mayor asiduidad son: • Tristeza • Soledad • Preocupación • Irritabilidad • Culpabilidad Algunos consejos para cuidarse mientras se cuida a otros: • Ponerse en contacto con Organizaciones que investiguen sobre la enfermedad • Buscar y encontrar un grupo de apoyo en el que se puedan compartir los sentimientos, dudas y preocupaciones. • Analizar la jornada diaria para ver cómo se puede realizar la rutina de cuidados de la forma más sencilla. • Ubicar los momentos en que la persona enferma esté menos confundida para sacar el mayor provecho posible a esos momentos. • Considerar la alternativa de utilizar centros de cuidados diarios o cuidadores formales, que permitan tiempos de descanso en la exigencia del cuidado. • Hacer planes para el futuro, que pueden incluir la organización de la documentación financiera y legal, averiguar sobre opciones de cuidados a largo plazo. Seguro de salud y servicios sociales del lugar donde se reside, etc. • Hacer ejercicio físico. • Mantenerse conectado al entramado social. • Mantener hábitos y hobbies. • Pedir siempre ayuda

CÓMO APOYAR A LAS FAMILIAS Y A LAS PERSONAS QUE CUIDAN DE LOS ENFERMOS CON ALZHEIMER