La autohemoterapia está justificada en todo paciente con enfermedad de origen auto inmune, con deficiencia del sistema inmune y procesos alérgicos, cuando las opciones de tratamiento disponibles no pueden ser toleradas por el paciente, cuando las reacciones indeseables de los medicamentos tradicionales ponen en riesgo la vida de los pacientes, o simplemente cuando se quiera tener una verdadera posibilidad de curación del problema; lo que no ofrece ningún otro medicamento o método de tratamiento actualmente.
La autohemoterapia se ha utilizado partir de 1990 en pacientes con enfermedades como diabetes, LES, asma y esclerosis múltiple. Del mismo modo, se ha utilizado en padecimientos alérgicos e infecciosos como SIDA y hepatitis “C”, teniíndose resultados positivos.